Señores guerrilleros de las FARC, ELN y demás.
Una gran paz me embargó cuando fueron liberados los 15 rehenes el día 2 de julio. Pero… un dolor infinito laceró mi corazón al saber que ustedes con los otros secuestrados, seguían en la selva o el monte.
Conocí de cerca el secuestro porque fui víctima de él. Allí me di cuenta que no sólo se encuentra secuestrada la persona que esta en sus manos, sino que el deseo de los plagiarios de obtener el poder por medio de este flagelo, los hace débiles y no queridos por el pueblo.
Igual creo acerca de los monjes que viven ocultos buscando la espiritualidad en donde no hay conflicto. Ni ustedes ni ellos son libres porque tienen que vivir escondidos y mordiendo en el patio ajeno.
Es indecible la tristeza que siento al ver que tanto las religiones como ustedes se hallan muy lejos de la realidad.
Hay que entender que somos tan pequeños o microscópicos comparados con el Universo, y no queremos conocer las infinitas maravillas que nos rodean ni disfrutamos de ellas por estar buscando las armas y la violencia.
Hay mucho por aprender y sé que en medio del miedo y creerse fuertes por cargar un fusil, los hace mas débiles hundiéndose en el mar de las indiferencias ante el dolor de los seres queridos que, como los de ustedes, albergan la esperanza de verlos regresar un día.
Aprendí cuando estuve secuestrada que ustedes también tenían corazón y que sus acciones no son mas que un desenfreno por el tipo de alimento que tuvieron cuando niños a una enfermedad que los aqueja. Tuve cinco mese para darme cuenta que se estaban deslizando para caer en un enorme vacio.
Quisiera si así me lo permiten, compara al hombre con un automóvil, todas las personas hemos tenido el deseo de matar, robar y hacer cosas contra la sociedad, pero algunos tenemos bien los frenos y no lo hacemos.
Mas….. a otras les falta liquido para los frenos y llegaron a la flaqueza de matar, secuestrar, extorsionar o robar.
Lo que no entienden muchos de los que matan o secuestran, llámense guerrilleros, ejército, policía o persona natural, es que, cuando se desaloja un espíritu de su cuerpo o casa, éste permanence sujeto a quien ejecutó la acción y por ende, esta persona queda poseída con esa fuerza extraña que lo desencaja, hasta formar con esas energies una guerra interna dentro del asesino.
Cuando se retiene a una persona, así sea su propio hijo, esa fuerza y la de sus familiares o amigos, producen un choque de energies que pueden provocar un corto circuito de funestas consecuencias.
Comprendo que para ustedes no es fácil aceptar el regreso a su patria, por vanidad, miedo o por lo que sea, pero…… ustedes y nosotros estamos viviendo un gran engaño por la pobreza espiritual en que vivimos.
Si ustedes regresan a pisar tierra firme con sus victimas, lograrán saborear el descanso de conciencia. Un enorme peso bajará de sus hombros y si podemos con el permiso del gobierno hacerles levantamiento de energía, verán como esas fuerzas saldrán de su lado y la paz, entrara en sus corazones.
Cuando ustedes se identifiquen con su espíritu y el amor al pueblo, habrán dado un paso adelante. Déjeme abrazarlos como hermanos y darles las gracias por permitir que su vehículo entre al taller de la verdad, superándose física y espiritualmente.
Todos los colombianos los esperamos de la mano de los rehenes para hacer de Colombia un país " sin armas y sin violencia"
Sinceramente,
Regina "11"