sábado, 9 de mayo de 2009

El agua potable, ¿un recurso cada vez más valorado económicamente por su tendencia a la escasez?


Bogotá D.C., 8 de mayo de 2009 (OIPS). Actualmente cursa en la Cámara de Representantes el proyecto de referendo del agua, que pretende garantizar el derecho a la misma en condiciones salubres y con unas tarifas viables para los usuarios.

El agua es un elemento valorado desde la perspectiva de recurso básico como fuente de bienestar, salud y recreación. Lamentablemente su escasez incrementa su costo, que sumada a la contaminación, la pueden ubicar dentro de un estado crítico de insostenibilidad a largo plazo.

La demanda de agua potable aumenta proporcionalmente con el crecimiento poblacional y Medellín cuenta con insuficiente espacio para satisfacer el expansionismo urbano. Por lo anterior ciertos planificadores proyectan su crecimiento hacia el oriente y al occidente cercano Antioqueño, lo que denominan un modelo de ciudad región de tres pisos, frío (Rionegro), templado (Medellín), y caliente (Santa Fé de Antioquia y San Jerónimo), es una ampliación urbana ambiciosa y que va avanzando.

La Ley 142 de 1994 en el artículo 87, faculta a las empresas de acueducto y alcantarillado a establecer tarifas con criterios de eficiencia económica y suficiencia financiera entre otros, para que sean rentables, situación que preocupa a los usuarios porque aunado al proceso de privatización de las empresas de servicios públicos, el agua potable aumenta el valor monetario que limita su uso y amplia la esfera social excluyente.

Las evidencias aportadas por diferentes estudios ambientales muestran que la tendencia a la reducción y a la degradación, es causada por los cambios de uso del suelo y la tala indiscriminada de los bosques, ya que éstos son las fábricas naturales del valorado líquido. Colombia pierde 598.000 hectáreas de bosque anualmente, lo que equivale a 258.000 canchas de fútbol, según lo expuesto por Jesús Orlando Rangel Churio, del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de Bogotá y citado por el periódico El Colombiano, sección ambiental, el 26 de octubre de 2008.

En ciertas zonas del país el suministro de este recurso natural es limitado, específicamente en los departamentos de la Guajira, Sucre, Chocó, que requieren inversión de capital para aumentar la cobertura y garantizar un buen servicio público en acueducto y alcantarillado.

Un ejemplo a seguir, es del Área Metropolitana del Valle de Aburrá en Antioquia, que concentra aproximadamente el 60% de los habitantes del departamento, donde el incremento poblacional en los últimos 50 años ha sido progresivo y actualmente goza de una infraestructura adecuada en materia de abastecimiento de agua potable. Es por esto importante señalar, la influencia que ejercen los sistemas naturales que rodean a una población puesto que juegan un papel significativo en el suministro continuo del recurso hídrico.

Es el caso del Valle de Aburrá, el acueducto es sostenido por ecosistemas estratégicos cercanos. En el siglo XIX, la ciudad de Medellín se proveía de la quebrada Santa Elena. Después, durante el siglo XX, con la ampliación urbana, se construyeron tres grandes embalses: en los 50s Piedras Blancas localizado en Medellín, cuya fuente es el denominado parque natural ARVI. En los 70s Represa de la Fé, ubicada en el oriente antioqueño que distribuye a Envigado, Sabaneta e Itaguí Luego, en los 90s entra en operación Río Grande II localizado en el municipio de Don Matías, al noroccidente del departamento, que empezó a cubrir la demanda de agua del norte del Valle de Aburrá, así convirtiéndose el Páramo de Belmira en uno de los principales proveedores de este preciado líquido.

Las preguntas a efectuarse serían; ¿tendrán capacidad los actuales embalses para abastecer la demanda futura con el expansionismo proyectado de la ciudad hacia el occidente y el oriente cercano antioqueño? ¿En cuánto se incrementarían los costos por captación, saneamiento y distribución? ¿Cuántos usuarios en el Valle de Aburrá y del resto del país tienen desconectados los servicios de acueducto por el no pago de los mismos?

El acceso al agua potable es fundamental para garantizar una buena salud ¿Sin embargo, a qué precio?